Macarena Arriagada Belmar, directora de la carrera de Obstetricia, UNAB Sede Viña del Mar.
Este 2024 es un año significativo para la Matronería en Chile, se conmemoran 190 años de formación profesional. Se celebra no solo el legado de esta profesión, sino también el impacto profundo y vital que han tenido las matronas y matrones en nuestra sociedad y en los indicadores de salud materno-fetal.
En estos tiempos de cambio y desafío, el rol de estos profesionales de la salud sexual y salud reproductiva va más allá de la atención técnica. En un Chile que avanza y se transforma, se debe reconocer el papel crucial que juegan en la salud y el bienestar de nuestras comunidades.
La Matronería es una disciplina que demanda empatía, conocimiento, y habilidades multifacéticas para abordar las necesidades de las personas que se atienden.
Hoy, más que nunca, se requiere una Matronería que esté en sintonía con los cambios sociales y políticos. Esta labor no se desarrolla en un vacío; está intrínsecamente conectada con los contextos sociales y las políticas públicas. En un país que enfrenta desafíos de equidad, justicia social y derechos humanos, las habilidades de matrones y matronas deben adaptarse para responder a una diversidad creciente y para abogar por políticas que beneficien a las mujeres y sus familias.
El trabajo en equipo, la comunicación efectiva y el liderazgo ético son fundamentales para garantizar que cada persona reciba el apoyo y la atención que necesita en los momentos más críticos de sus vidas, y es lo que buscamos matronas y matrones para nuestras y nuestros usuarios.
En este 190 aniversario, se debe celebrar el gran impacto que han tenido matronas y matrones, y reafirmar el compromiso con la excelencia profesional y la justicia social. Seguir trabajando conscientes de que cada acción que se toma tiene el potencial de transformar vidas y de contribuir a una sociedad más equitativa y saludable.
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