La labor multidisciplinaria, encabezada por la carrera de Trabajo Social, y apoyada por diversas instancias académicas, no sólo ha brindado asistencia técnica a los damnificados por el megaincendio, también ha entregado contención emocional para sectores altamente vulnerables.
El 2 y 3 de febrero, más de 10 mil viviendas fueron arrasadas por el megaincendio que afectó con devastadoras consecuencias a Viña del Mar y Quilpué. Un siniestro que significó la muerte de 135 personas y que dejó sin techo y pertenencias a miles de personas, especialmente en sectores de escasos recursos.
Uno de ellos es Lomas La Torre, población instalada en el sector alto de Achupallas, donde sólo quedaron escombros y cenizas. Hasta allí llegó la carrera de Trabajo Social de la U. Andrés Bello, de la sede Viña del Mar, con una tarea de intervención multidisciplinaria que involucró a distintas instancias de la casa de estudios superiores, con una labor en terreno seria, profunda, dedicada, acogedora y que pese que en su origen, sólo se mantendría hasta mayo, esta semana fue confirmada en su extensión hasta diciembre próximo.
Para el vicerrector de la sede viñamarina, Gerald Pugh, lo que se ha hecho es “maravilloso”, ya que se trata de “un proyecto de apoyo a la comunidad. Estamos en Lomas la Torre visitando los avances que han tenido las carreras, con el liderazgo de Trabajo Social, en este centro de intervención urbana”.
Estamos muy agradecidos de las carreras y de cómo el equipo académico y los estudiantes se han comprometido con la comunidad y han venido a apoyar… es muy lindo ver y muy satisfactorio sentir el cariño con que nos han recibido y han apoyado las iniciativas de la universidad.
Sin embargo, uno de los aspectos de mayor alegría es la continuidad de proyecto hasta fines de 2024, según confirmó Rosa Villarroel Valdés, directora de Trabajo Social de la UNAB, de la sede Viña del Mar. “Lo más importante es que para este año 2024 la intervención e investigación universitaria, ha sido, a través de Vinculación con el medio, financiada hasta fin de año. Entonces nos vamos a mantener hasta los primeros días de diciembre”, sostuvo.
“Aquí estamos trabajando con diversas carreras, con Psicología, Hotelería y Turismo, Medicina Veterinaria, la clínica jurídica de la carrera de Derecho, con Trabajo Social, Enfermería y Terapia Ocupacional”, mencionó la docente quien resaltó la coordinación existente con los dirigentes vecinales del sector.
Aporte UNAB
Así lo confirma Gustavo Sáenz, dirigente de la Junta de Vecinos Lomas La Torre: “Me ha parecido genial que desde la primera semana que nos quemamos nos han apoyado con todo, y estoy muy agradecido de toda la ayuda que nos han dado jurídicamente, a nuestras mascotas y a tantas cosas más”.
Para el beneficiado una de las principales e inmediatas preocupaciones está dada por el invierno. “Por ahora lo que necesitamos más es abrigo porque está llegando el invierno, las mañanas son frías, las noches heladas y lo que estamos necesitando es más que abrigo, faltan algunas camas, frazadas, las viviendas de emergencia restantes que quedan en el barrio que aún no llegan, todavía tenemos gente durmiendo en carpas en el barrio”, concluyó.
En la misma línea se manifestó Rina Carrasco, quien dijo que el trabajo ha sido muy bueno, muy cuidadoso, “me han ayudado a hacer trámites, me toman la presión, me van a buscar a la casa para que me tome la presión, es excelente que sigan con nosotros”.
Trámites que fueron descritos por Rodrigo Sanhueza, abogado y Coordinador de Gestión de la Clínica Jurídica de la Sede Viña del Mar, quien explicó que lo principal es “brindar orientación, asesoría y también patrocinar causas judiciales de las personas que requieren nuestra atención en la comunidad… ha sido un trabajo bien interesante para nuestros estudiantes”, y agregó que las consultas van en materias de familia, “particularmente derechos de alimentos, vulneraciones de derechos y pesquisar los documentos necesarios para el bien raíz que ellos poseen, porque se les quemó la documentación”.
Bayron Moya es alumno de quinto año de Trabajo Social y ha estado desde el primer momento en terreno atendiendo a los afectados, analizando sus problemas aprendiendo para su mejor desarrollo profesional.
“Es la primera vez que me toca hacer trabajo en comunidades, sobre todo en situación de crisis, como fue el megaincendio. La verdad es que es súper bonito el trabajo interdisciplinario, el trabajo colaborativo; hacer el mapa de actores, conocer el territorio, a las personas, hacer los vínculos, porque lo importante, antes de hacer cualquier tipo de intervención, es preocuparse del vínculo con las personas. No es llegar aquí y decir, voy a hacer un taller, voy a hacer esto u otro. Es importante que nos conozcan”, apuntó.
Ingrid Robert, Coordinadora de Vinculación con el Medio de Trabajo Social, participó en la gestión del Proyecto CIINSU y destacó la articulación entre las diferentes carreras para involucrarse de forma directa con los afectados, en un terreno donde los estudiantes despliegan sus conocimientos y aprenden en terreno. “jugamos un rol importante allí para que puedan aprender, aplicar y finalmente desarrollarse como los profesionales que queremos tener”, finalizó.