“Matrescencia” y Postparto: Tener un Hijo te Cambia

Maternal Mental Health Problems. Young Woman Holding Newborn Baby Standing Near WindowYanira Madariaga Baeza, psicóloga clínica y académica de Obstetricia en la Universidad Andrés Bello, Sede Viña del Mar.

“Matrescencia” es un concepto definido por la antropóloga estadounidense Dana Raphael como el proceso de convertirse en madre, la que combina una serie de dimensiones biológicas y sociales que tienen gran impacto en la vida futura de cada una de ellas. Un nuevo trabajo, publicado este año en la revista Nature Neuroscience, afirma que el cerebro de la madre experimenta cambios anatómicos desde el comienzo del embarazo, y vuelve a tenerlos tras dar a luz. Este conocimiento podría ayudar a prevenir y tratar patologías como la depresión posparto, que afecta a una de cada cinco mujeres.

En Chile existen alta prevalencia de trastornos mentales en la etapa postparto. Alrededor de un 40% de mujeres podría eventualmente llegar a tener alguna sintomatología asociada a depresión o ansiedad. Por ello, existe un gran desafío para comprender estas dificultades y brindar el apoyo emocional necesario.

El postparto, es decir el puerperio, puede ser abarcado desde distintas miradas y enfoques. En general, desde la perspectiva biomédica, se entiende como el tiempo que necesita el organismo de la madre para recuperar progresivamente las características que tenía antes de iniciarse el embarazo y que médicamente equivaldría a cuarenta días.

Sin embargo, en el último tiempo se ha integrado el concepto a nivel emocional, entendiéndolo como la continuación tras el puerperio fisiológico de 40 días y que finalizaría cuando el bebé trasciende la esfera emocional que conforma con la madre, es decir, cuando se vuelve más autónomo. Esto se da alrededor del año y medio, dos años después del parto. Por tanto, es necesario que todos los profesionales que trabajamos en este ámbito, ampliemos la definición del puerperio, entendiendo que implica cambios profundos más allá de lo fisiológico, sino que incluyen los aspectos emocionales, cambios en la identidad de la mujer, así como a nivel social.

El periodo del postparto es un momento de gran vulnerabilidad emocional para muchas mujeres, porque además de las fluctuaciones hormonales tras el alumbramiento, el agotamiento físico, los cambios en la dinámica familiar y las demandas que también implica un recién nacido, evidentemente pueden contribuir a desafíos significativos en la salud mental.

Por otro lado, si bien, la evidencia científica no señala grandes diferencias entre el puerperio de mujeres que hayan tenido partos vaginales o a través de cesárea, sí es determinante la experiencia que tengan de su parto para su estado posterior. A modo de ejemplo, si se tiene una situación traumática, considerando además que, en el nacimiento del bebé, la mujer tiene un momento altamente vulnerable a nivel neuro hormonal y psíquico, esto puede conllevar efectos negativos en la salud mental.

En este sentido, si la vivencia es fortalecedora, en condiciones adecuadas y en compañía, esto facilitará el proceso de postparto que vivirá la mujer durante este periodo. Junto a ello, el apoyo emocional también puede darse de distintas formas, desde una escucha comprensiva, hasta la ayuda práctica con las tareas del hogar y los cuidados del recién nacido. La simple presencia y disposición, impactan significativamente en el bienestar de la madre en esta etapa. Sin embargo, también es frecuente que se necesite ayuda especializada a través de psicoterapia, para favorecer el proceso de adaptación de la maternidad o apoyar cuando hay factores de riesgo o dificultades de salud mental.

Finalmente, las investigaciones respecto a los cambios que ocurren en el cerebro de la mujer gestante, son relativamente nuevas. Solamente desde el 2016, existen estudios que han observado a través de técnicas de neuroimagen, la forma en la que se van modificando ciertas estructuras cerebrales, cambios que se dan desde el embarazo, manteniéndose hasta el postparto.

Por ello, hablamos que el puerperio dura mucho más allá de los cuarenta días, porque abarca no solo los cambios fisiológicos desde el paradigma biomédico, sino que incluye una serie de modificaciones que van desde las estructuras cerebrales hasta ajustes y cambios a nivel emocional, familiar y social que duran hasta alrededor de los 2 años tras el parto y que deben ser visibilizados y acompañados por los diversos profesionales.