Sismo en zona costera: plantean monitoreo a socavón de Reñaca y edificios adyacentes

2191806303Académico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso analizó la actual situación de las estructuras y dunas.

El fuerte sismo de 5,3 grados en la escala de Richter que se sintió a las 10.51 horas de este lunes y que tuvo su epicentro a 27 kilómetros de profundidad frente a las costas de Valparaíso, no dejó indiferente a nadie debido a lo violento del movimiento.

Uno de los puntos conflictivos de la región es el socavón de Reñaca, en donde cinco edificios fueron evacuados por las autoridades debido a la inestabilidad del terreno a comienzos del mes de septiembre. Para Luis López, académico de la Escuela de Construcción y Transporte de la PUCV, “un sismo como el de las características de este lunes podría afectar la estabilidad de los edificios, ya que estos tienen dos estados de equilibrio que se deben de cumplir: uno tiene relación con sus fundaciones y otro con la estabilidad de los taludes de la duna”.

López agregó que “en este momento la estabilidad del talud de la duna depende del socavón, por lo que, sí existe un sismo como el de este lunes, puede generar deslizamientos en el socavón que lo agrande y que aumente el riesgo de inestabilidad de ese sector y, por supuesto, de los edificios que están emplazados en el lugar”.

Para el académico de la PUCV “es fundamental hacer un monitoreo constante tanto del socavón como de los edificios. En el caso de las construcciones, estos poseen un sistema que ha sido diseñado para resistir y comportarse de buena manera ante un sismo como el que tuvimos este lunes; sin embargo, al estar ubicados al lado del socavón es muy importante estar supervisando cualquier tipo de desplazamiento o deformación que tenga la estructura de tal manera de prevenir algún evento y tener la capacidad de hacer las correcciones correspondientes”.

Por último, López agregó que “lo más importante es hacer un seguimiento del socavón, ya que es un sistema que no fue diseñado y por lo tanto no lo podemos controlar. La duna está erosionándose y deslizándose, por lo que genera cada vez más un riesgo de inestabilidad”.