Profesor USM incorporó metodología 360° al aula, generando interacciones sociales y un sistema de aprendizaje compartido.
Una sala completamente adecuada para la aplicación de la metodología denominada 360° es donde el profesor de matemáticas, Gonzalo Garrido, imparte sus cátedras a los alumnos de las diversas carreras de la Sede Viña del Mar, iniciativa que tiene como finalidad lograr que los estudiantes tengan una experiencia innovadora de aprendizaje y de interacción con sus compañeros, equipos de trabajo, amistad, y la socialización de los contenidos entre los mismos estudiantes de una forma más efectiva. la que se perdió en gran medida debido a los casi dos años de clases virtuales.
Él aula cuenta con un mueble con diversos recursos para apoyar los procesos pedagógicos, tales como pizarras individuales, impresoras, tabletas, reglas, calculadores, entre otros materiales.
“La iniciativa se basa en la metodología activa y lo que busca es sociabilizar el conocimiento incorporando tecnología. Se denomina 360° porque para cualquier lado donde el alumno observe tiene la información; él aula está especialmente habilitada para su aplicación: en las cuatro paredes se está proyectando simultáneamente lo que el docente está explicando, y a su vez la ergonomía de las mesas están diseñadas para trabajar en grupos conformados por tres estudiantes. Así se genera mayor nivel de interacciones sociales entre ellos mismos, lo que de alguna forma los obliga a socializar los contenidos y de esta forma comunicarse mejor”, explicó el profesor Garrido.
“Yo como docente, explica el académico, salgo del centro de la sala, de la figura clásica del profesor en la pizarra, realizo muchas veces transmisiones en la misma aula para salir en las cuatro pantallas y voy explicando los ejercicios en una Tablet cuya pantalla va saliendo en las proyecciones, la idea también es incorporar todas las herramientas tecnológicas disponibles. Con esto, la responsabilidad de la atención pasa al alumno directamente”, sostuvo.
Respecto a la acogida por parte de los alumnos, el profesor del Departamento de Ciencias de la Universidad Santa María reconoció que la metodología ha tenido buena acogida entre los alumnos. “Al principio les parece raro ya que ellos vienen acostumbrados a la verticalidad de las clases, además, luego de casi dos años de clases virtuales, no habían tenido interacciones reales con sus compañeros. He podido ver cómo, con esta metodología, además de socializar el aprendizaje, han generado amistades de forma rápida, sacan las preguntas más luego y tienen la información disponible. También se ha podido detectar las carencias académicas de forma más efectiva ya que es más fácil conversar con ellos que en forma masiva”.